En un mundo donde todo cambió, los sistemas convencionales buscan soluciones para poder seguir existiendo en el día a día y el desarrollo normal de las sociedades, adaptándose a lo que el Covid-19 nos ha dejado en un presente y, que busca generar un futuro.
Es así, que las líneas aéreas estudian diferentes medidas para poder seguir llevando a sus pasajeros a los diferentes destinos del mundo, ofreciendo la mayor seguridad sanitaria que el momento requiere.
Asientos vacíos con el objetivo de mantener distancia o el realizar test de sangre son algunas de las medidas en la que desembocan dichas soluciones.
La línea aérea Delta, por ejemplo, está bloqueando las butacas situadas en medio de sus aviones y se muestran como no disponibles a la hora de reservar un billete.
Además, la misma empresa anunció que, los agentes en las puertas de embarque serán quienes realicen el distanciamiento a la hora de sentarse los pasajeros.
Wizz Air también se ha sumado a esta iniciativa y, desde ya, se encuentra analizando el cómo reducir el número de viajeros en sus aviones, lo que conlleva a disponer de solo dos tercios del total de los asientos. “Básicamente estaríamos bloqueando un tercio de los aviones y un avión de 180 plazas se convertiría en uno de 120 plazas”, ha señalado su presidente, Jozsef Varadi.
Emiratos Árabes es la línea aérea que ha puesto sobre el tapete la posibilidad de realizar el test de sangre justo antes de embarcar, en este respecto, la línea aérea ya ha realizado pruebas en trayectos entre Dubái y Túnez, estos exámenes solo tardaron diez minutos en dar sus resultados.
IATA apoya este tipo de iniciativas y Alexandre de Juniac, su director ejecutivo, ha dicho que la opción de dejar el asiento central vacante era una de las condiciones más probables para poder volver al tráfico aéreo.
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