Por Antonio Perez Vieira Amigos Canarios del Buen Comer
Fotos José Antonio Melián
37 Amigos Canarios del Buen Comer, realizaron su cuadragésima tercera visita a un restaurante de nuestra isla, que en esta ocasión ha sido el “Siropian” en Santa Cruz de Tenerife, es un restaurante familiar y con mucho encanto, que abrió sus puertas en 2015, con el propósito de ofrecer a sus clientes lo mejor de la cocina tradicional siria, poco conocida en nuestro entorno geográfico, pero que ha despertado el máximo interés, entre los amantes del buen comer, para disfrutar de una cocina diferente y sana, cargada de matices, de sabores y colores; dispone de horno de leña, lo que le da un toque de sabor muy especial a sus platos
Dispone de un amplio y muy bien decorado salón interior y una estupenda terraza exterior en la propia calle La Noria. Los platos más solicitados son el cordero y el cous-cous, entre otras especialidades sirias e internacionales, las pizzas hechas en el horno de leña y una extraordinaria coctelería profesional. El restaurante dispone de una variada bodega, con referencias de La Rioja, de Ribera del Duero y canarios.
Al frente de los fogones y del horno, su propietario Paulo Moussalli, es un brillante profesional, muy serio en su trabajo y con amplia experiencia como chef en varios restaurantes, tanto de Aleppo (Siria), considerada la ciudad más antigua del mundo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, así como de Austria y de Italia, que decidió establecerse en Tenerife, eligiendo un antiguo almacén de sal en la calle La Noria, en el que acometió personalmente las obras de transformación de un restaurante dotado de las más modernas instalaciones. Es un auténtico espectáculo ver su forma de trabajar al frente de cocina, que sorprende por su orden y por su exquisita limpieza, lo que aporta a sus clientes un plus de tranquilidad a la hora de deleitar sus exquisitas creaciones.
Y al frente de la sala Mark Brennan, es otro magnífico profesional, que cuenta con una amplia experiencia en el sector de la hostelería y la restauración, lo que le aporta un saber estar y hacer, que valoran muchos los clientes del restaurante que encuentran en él, un profesional que les transmite confianza a la hora de elegir lo mejor de la carta, lo que propicia que se sientan tan cómodos como en su propia casa. Mark ha trabajado anteriormente como maître en la Séptima de El Corte Inglés, como jefe de barra en El Kapitel y como encargado en el Murphy Club.
La bienvenida nos la dio Larisa Lupascu, acompañada de su esposo Paulo Moussalli, del resto del personal y de Carlos Mirabal, impulsor del proyecto Paseando por Santa Cruz, quién también tomó la palabra para agradecernos la gentileza que habíamos tenido, los Amigos Canarios del Buen Comer, al elegir el restaurante para realizar una de nuestras actividades y nos explicó cómo evolucionó la idea de su apertura, la filosofía del establecimiento y nos puso al corriente de la experiencia profesional, tanto del propietario como del jefe de sala.
La propia Larisa se encargó, con la amabilidad que le caracteriza, de ir anunciando y describiendo cada uno de los platos que nos iban sirviendo, con indicación, no sólo de sus ingredientes y de su forma de elaboración, sino de su origen histórico.
Y como de costumbre, a medida que íbamos degustando los distintos platos, cada uno de los 37 Amigos Canarios del Buen Comer, daba su opinión y asignaba una nota, cuya media iría a parar al acta que sería levantada al final de la comida, no exenta de un animado pero riguroso debate, para completar la calificación de cada uno de los puntos incluidos en el orden del día.
El menú elegido para la degustación fue:
Vino tinto joven Marqués de Velilla D.O. Ribera del Duero, Agua, refrescos y té árabe o café.
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