Las Consejerías de Agricultura e Igualdad del Ejecutivo canario conceden además de este galardón un total de ocho distinciones a Victoria Torres (La Palma), Adela Hernández (El Hierro), Ana María Vega (Gran Canaria), Magnolia Armas (La Gomera), Carmen Morales (Lanzarote), Ana Carolina Sánchez (La Palma), Juana Teresa Vega (Gran Canaria) y Gloria Lobo (Tenerife)
El Gobierno de Canarias hizo entrega hoy en Antigua, Fuerteventura, de los premios a la Mujer Rural Canaria 2018, que se enmarcan en los XXVII Premios Agrarios, Pesqueros y Alimentarios, y que reconocen y visibilizan el importante papel de las mujeres en el sector primario del Archipiélago y como promotoras del desarrollo rural de las Islas.
La ganadera y quesera majorera Felipa Valdivia, propietaria de la Ganadería Quesos Felipa La Montañeta, recibió el Premio a la Mujer Rural Canaria 2018, máximo galardón de este certamen que convoca la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo canario con el apoyo de la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad. El jurado ha destacado en la concesión de este reconocimiento su labor al frente de una empresa familiar con un fuerte carácter femenino y su apuesta por la innovación en la producción quesera.
Las distinciones honoríficas, un total de ocho, concedidas a mujeres que en el transcurso de sus trayectoria profesional han realizado, de forma continuada y relevante, actuaciones en beneficio del sector agrario, pesquero y alimentario del Archipiélago, recayeron en Victoria Torres (La Palma), Adela Hernández (El Hierro), Ana María Vega (Gran Canaria), Magnolia Armas (La Gomera), Carmen Morales (Lanzarote), Ana Carolina Sánchez (La Palma), Juana Teresa Vega (Gran Canaria) y Gloria Lobo (Tenerife).
Durante su intervención, Felipa Valdivia agradeció el apoyo de su familia “que ha hecho posible que hoy reciba este premio” y destacó la valía del resto de galardonadas. “Nosotras recibimos estos galardones, pero representamos a todas las mujeres rurales de Canarias, que también se merecen un reconocimiento”, agregó.
El consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad del Ejecutivo canario, José Miguel Barragán, felicitó a las galardonadas, a quienes trasladó la gratitud del Gobierno de Canarias por ser agentes fundamentales del mantenimiento económico, social y cultural del medio rural, por su lucha por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en estas zonas, donde los roles y estereotipos de género están más interiorizados, y por la relevancia que siempre han tenido y que ha sido tradicional e injustamente obviada. Recalcó que la igualdad es “un requisito indispensable para el progreso de cualquier comunidad” y aseguró que en Canarias este progreso “está garantizado con personas como ustedes”.
Por su parte, el viceconsejero de Sector primario, Abel Morales, señaló que las premiadas “son un referente y ejemplo en cada uno de sus ámbitos profesionales; representan la realidad actual de nuestro sector primario y el futuro por el que apostamos: innovación, modernización, emprendimiento empresarial, formación, investigación, apuesta decidida por la calidad diferenciada y productos agroalimentarios cada vez más respetuosos con el medio ambiente y responsables socialmente, asociacionismo agrario y la unión de productores como la mejor fórmula de aunar esfuerzos y lograr objetivos comunes, sin olvidar la defensa de nuestras tradiciones”.
El presidente del Cabildo insular, Marcial Morales, felicitó a todas las distinguidas en esta segunda edición de los premios y señaló que Felipa, premiada de este año, y Nicolasa Castro, distinguida en la pasada convocatoria, representan a la mujer rural majorera, “que ha sido sustento clave de las economías familiares vinculadas al campo especialmente en tiempos más complicados cuando no había llegado la tecnificación y la actividad agrícola, ganadera y pesquera era sinónimo de miseria y trabajo”. “Estas distinciones son una magnífica iniciativa del Gobierno de Canarias que pone en valor esta contribución, y que debemos apoyar desde todas las administraciones”, destacó.
El acto contó además con la presencia de la consejera de Educación y Universidades, Soledad Monzón, el director general de Ganadería, David de Vera, y la directora del Instituto Canario de Igualdad, Claudina Morales, entre otras autoridades.
Este año como novedad se ha ampliado la presentación de candidaturas más allá de las profesionales del sector en el sentido estricto. Así, se ha contemplado el reconocimiento de políticas y tareas técnicas vinculadas a la transversalidad en la administración, la apuesta por el relevo generacional, el impulso a las nuevas tecnologías o networking femeninos, el fomento del asociacionismo de mujeres del sector primario, el reconocimiento de políticas de igualdad en las empresas del sector agroalimentario o los trabajos de comunicación que visibilizan la labor de las mujeres en este sector.
Listado de premiadas
El Premio a la Mujer Rural Canaria 2018
Felipa Valdivia Jiménez, administradora única de Ganadería Quesos Felipa La Montañeta, reivindica el papel de la mujer ganadera al frente de una empresa familiar con un fuerte carácter femenino. Su apuesta por la innovación en el mercado del queso artesanal le ha permitido incorporar nuevos sabores al tradicional, tales como el de tuno indio, miel y nueces, o la última de sus propuestas, el de canela. Algo que comenzó como una forma de “salir de la rutina y un aliciente para seguir adelante” se ha convertido además en un distintivo de Felipa La Montañeta.
Las distinciones honoríficas recayeron en:
Victoria E. Torres Pecis, productora del vino Matías i Torres, en Fuencaliente, isla de La Palma. Se ha dedicado a producir monovarietales y presta atención especial a los malvasías dulces. Se distingue por su conciencia ecológica.
Adela Hernández García, agricultora de Frontera, isla de El Hierro. Cuenta con una explotación agrícola destinada a la producción de piña tropical. Se reconoce que sitúa en el mercado fruta de la mejor calidad. Es una artesana de la agricultura.
Ana María Vega Gil, quesera de Santa María de Guía, isla de Gran Canaria. Practica la trashumancia, y lo hace junto a su esposo e hijos. Es uno de los más sobresalientes referentes de la ganadería de la isla. Produce y comercializa los quesos con la marca Cortijo de Pavón, acreditados en el mercado.
Magnolia Armas Díaz, quesera, con licenciatura en ciencias agrarias, que produce quesos con la marca La Empleita, en San Sebastián, isla de La Gomera. Destaca por el interés que muestra en adquirir los mayores conocimientos para el buen ejercicio de la actividad.
Doña Carmen Morales Morales ha estado siempre vinculada a la pesca, en su isla natal Lanzarote, a nivel familiar, dedicándose a la recogida de sal en los charcos y al marisqueo de lapas y burgados de la zona costera de Famara. Persona muy querida en la zona, muy trabajadora y valiente, todavía activa a sus 81 años.
Ana Carolina Sánchez Díaz, presidenta de la Junta Rectora de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Sabores de Garafía, en la isla de La Palma, entidad que, de las 7 personas integrantes de su junta directiva, 4 son mujeres. El nombre de la SAT es, a su vez, el de la marca con la que han iniciado la comercialización de su oferta, con una gama variada de frutas y hortalizas frescas, deshidratados y repostería elaborada en hornos de leña. Nace para impulsar la economía local, recuperar tierras abandonadas y ofrecer productos naturales, a través de una agricultura limpia y respetuosa con el entorno.
Juana Teresa Vega Artiles, técnica en desarrollo rural en la Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (Aider Gran Canaria), digna merecedora de este reconocimiento por incorporar enfoques de género, fomentar la igualdad, por poner en valor al sector agrario, mejorando la participación femenina y trabajar luchando contra estereotipos que mantienen oculto el trabajo de las mujeres agrarias.
María Gloria Lobo Rodrigo, investigadora en la isla de Tenerife, del Departamento de Fruticultura del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, dedicada a desarrollar y promover la transformación de diversos productos agrícolas locales, con el fin de otorgarles un mayor valor, destacando sus trabajos relacionados con la elaboración de harina de plátano verde, la transformación de piña fresca en productos de IV gama, y la puesta a punto del tratamiento de cuarentena para eliminar la polilla guatemalteca de la papa de los tubérculos, dentro de un protocolo que puede ser reconocido a nivel nacional y europeo.
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