Lanzarote es una de las islas más fascinantes del archipiélago canario, conocida por sus paisajes volcánicos, sus playas de ensueño y su clima cálido y soleado durante todo el año.
Pero hay otra faceta de Lanzarote: su floreciente industria vinícola. En este artículo, exploraremos los vinos de Lanzarote y su historia.
Lanzarote es una isla volcánica que, debido a su origen geológico, tiene un terreno único que lo hace ideal para la viticultura.
Cuenta con 21 bodegas y una Denominación de Origen desde el año 1993, se elabora la vendimia a mano buscando la excelencia a la hora de la recolección.
El tipo de poda es de Rastro una poda que favorece
La poda de rastro es una técnica utilizada en la viticultura y consiste en eliminar los sarmientos viejos de las vides después de la cosecha.
Esta práctica es importante para mantener la salud de las plantas y para mejorar la calidad de la fruta que producen.
La poda de rastro se realiza en el invierno, cuando la vid está en estado de dormancia*. Durante la poda, se cortan los sarmientos viejos cerca del tronco de la planta, dejando sólo unos pocos brotes jóvenes para que crezcan en la próxima temporada.
El suelo está compuesto por lapilli, una mezcla de ceniza volcánica y roca que es porosa y rica en minerales.
Este terreno, con estas características hace que los viñedos de Lanzarote sean muy especiales, ya que los vinos producidos aquí tienen un carácter único y distintivo, ganadores de premios nacionales, internacionales y regionales.
Una viticultura con aborigen
La viticultura en Lanzarote se remonta a la época de los antiguos habitantes de la isla, los aborígenes canarios.
Sin embargo, la industria vinícola moderna de la isla comenzó en el siglo XIX, cuando la filoxera devastó los viñedos de Europa y muchos viticultores emigraron a Lanzarote para buscar un nuevo comienzo.
Desde entonces, la industria vinícola ha seguido creciendo y prosperando, y hoy en día Lanzarote es conocida por sus vinos de alta calidad.
Los vinos de Lanzarote son principalmente blancos y estos se producen a partir de diferentes variedades de uva: Malvasía Volcánica, Diego, Malvasía Aromática, Moscatel, Diego, Arbillo, Gual, Verdello, Burrablanca, Breval, Listán Blanca, Torrontes y PX.
La Malvasía es una variedad blanca aromática que se cree que fue traída a Lanzarote por los fenicios hace más de 2.000 años.
La Diego, por otro lado, es una variedad blanca local que se ha adaptado bien al terreno volcánico de la isla.
Ambas variedades son muy resistentes a las condiciones climáticas extremas de Lanzarote, como la falta de lluvia y el viento constante.
En Lanzarote…la Gería un distintivo vinícola
La mayoría de los viñedos de Lanzarote están ubicados en la zona de La Geria, en el centro de la isla.
Aquí, los viticultores han desarrollado un método único de cultivo de la vid conocido como «el sistema de hoyos».
Consiste en cavar agujeros en la roca volcánica y llenarlos con ceniza volcánica, creando así pequeñas parcelas circulares que protegen las vides del viento y la falta de lluvia.
Este método también ayuda a retener la humedad en el suelo y a proteger las raíces de la vid de la radiación solar intensa.
Lanzarote ha logrado un carácter muy particular en sus vinos gracias a la combinación única de suelo, clima y variedades de uva.
La Malvasía son particularmente interesantes, ya que ofrecen notas de miel y cítricos, con un final mineral debido al suelo volcánico.
La uva Diego, por otro lado, brinda unos vinos más ligeros, frescos, con notas de manzana y pera.
Lanzarote es una joya escondida del mundo vinícola. Con su terreno volcánico único y su especial sistema de hoyos.
La más antigua de las bodegas canarias
Bodega El Grifo es una de las bodegas más antiguas de España y se encuentra ubicada en la isla de Lanzarote, en las Islas Canarias.
Su historia se remonta a 1775, cuando el rey Carlos III concedió a don Francisco de la Hoz y Bello la propiedad de una finca llamada «El Grifo».
Don Francisco plantó viñedos en la finca y comenzó a producir vino, convirtiéndose así en el primer productor de vino en la isla.
En 1850, la finca fue comprada por la familia Páez, quienes fundaron la Sociedad Agrícola El Grifo y ampliaron la producción de vino.
Durante el siglo XIX, la bodega recibió varios premios y reconocimientos por la calidad de sus vinos.
La bodega pasó a ser propiedad de la familia Rodríguez-Mesa en el año 1927, quienes modernizaron las instalaciones y continuaron produciendo vinos de alta calidad.
La bodega sufrió un incendio en 1957 el cual, destruyó gran parte de las instalaciones, pero fue reconstruida rápidamente.
La década de 1980, la bodega se modernizó aún más, incorporando tecnología de última generación y expandiendo su capacidad de producción.
La bodega fue declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1994 y desde entonces ha sido reconocida como una de las bodegas más importantes de España y de Europa.
Hoy en día, Bodega El Grifo produce una amplia variedad de vinos, incluyendo blancos, tintos, rosados y espumosos.
La bodega también cuenta con un museo del vino que muestra la historia de la viticultura y la producción de vino en la isla de Lanzarote.
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