Inadmisible, errático, sin sentido, absurdo, contrasentido, burla; cualquier calificativo en este orden es insuficiente para describir lo que ha significado para el sector restauración, que se vuelva al nivel 3 en Tenerife, es cierto que hay que tomar medidas, pero también lo es que este gobierno debe aprender a manejarlas.
Primero que todo hay que llamar a la coherencia y darle sentido a los ya famosos niveles con la actualidad, no se puede seguir haciendo que paguen justos por pecadores, estos decretos deben dirigirse y reestructurarse de manera quirúrgica e inteligente, con sensatez, porque se está retorciendo el cuello a la restauración, léase empresario; de manera despiadada y torpe a la vez, no hay que ser ningún erudito en la materia de pandemias para observar que, en el desarrollo del día a día, no es en los restaurantes donde están los focos de contagio.
La restauración de Tenerife
¿Qué pasa con los datos que se recogen en los mismos de los comensales? ¿alguien los analiza para identificar dónde está el foco de contagio?
La restauración debe ser vista, en esta situación anormal que vive el planeta, con otra visión. Ha pasado más de un año y los decretos deben volver analizarse y replantearse hacia dónde y cómo dirigirlos.
Hace poco viaje a Madrid y me causó gracia ver como las sillas de las salas de espera algunas están clausuradas, todo marcado para guardar las distancias por Covid y luego, cuando subes al avión, 180 personas no convivientes (en su mayoría), compartiendo ‘coco a codo y de manera ajustada’ la cabina del avión (algunos pasajeros dormidos a tu lado con la mascarilla abajo) ¿alguien puede explicarlo?
Subes al metro o a la guagua y te encuentras con el mismo panorama, pero sumando que aquí no encontrarás a un personal desinfectando las sillas en cada parada para dar entrada a otra persona que en ella se va a sentar. Entras a un supermercado, por ejemplo, y es más o menos igual. Caminas e interactúas entre los lineales sin mantener distancias, tocas un producto y decides no llevarlo lo vuelves a colocar y nadie lo desinfectará.
Ahora más absurdo y contradictorio resulta leer en la prensa nacional declaraciones del presidente Sanchez como esta:
Nos vamos acercando cada día a la normalidad a secas. Queremos que se recupere la economía y sea una recuperación justa y duradera”, ha dicho el presidente en su intervención en la reunión del lobby (grupo de presión) económico. España sigue así la senda marcada por Estados como Francia, que desde el pasado jueves ya no obliga a usar el tapabocas en la calle. “Este será el último fin de semana con mascarillas en los espacios al aire libre.
Para luego caer en esto de un nivel tres, golpeando al empresario del sector «pero sin mascarilla» para Tenerife. Realmente deben detenerse estas acciones donde claramente se ve que se aplican con “dos gríngolas” bien puestas. Se espera que se recapacite sobre esta medida, esperamos que la lucidez y claridad llegue a quienes tiene que llegar y se revoque semejante error (que no afecta a todos los municipios por igual).
Y en este sentido, tenemos restaurantes de municipios con contagio ‘0’ teniendo que volver a cerrar sus puertas ¡y muchos de ellos con imposibilidad de terraza!, ni siquiera improvisada.
Si hay que decirlo alto y claro se dice, TIENEN QUE REFORMAR LO ESTIPULADO EN EL NIVEL 3, ya que no existe ningún indicio que sea en los restaurantes los focos de contagio, por el contrario, hoy día, son los oasis públicos que buscamos para sentirnos seguros en este desierto pandémico, porque sabemos que cumplen a cabalidad las normas establecidas para poder seguir trabajando… pero se sigue haciendo la vista gorda a reuniones de chavales en plazas públicas, botellones y encuentros clandestinos, por ejemplo.
Si hacemos una encuesta de los lugares públicos donde la población se siente segura, es muy probable que un alto porcentaje dirá que en los restaurantes, así que, no se puede tomar este tipo de decisiones sin ver, sin oír y sin hablar con los restauradores, nunca se les ha tomado en cuenta para nada, solo se han dedicado a exigirles cada vez más y más esfuerzo, sin prestarles ningún tipo de ayuda económica ‘real’; y cuando digo ‘real’, no me refiero a un crédito que luego tienen que pagar, por el contrario, las obligaciones de cada uno de estos empresarios siguen actualizándose mes a mes, lo que hoy día es bastante semejante a una tortura psicológica.
Todos estamos convencidos que tenemos que cumplir con todo lo impuesto para evitar contagios, que no queremos se repita la situación vivida a principios del 2020, pero para que eso no suceda, se debe poner freno y regular los ‘verdaderos’ focos de contagios… limitemos permanencia en espacios públicos, limitemos el aforo en el transporte público, guardemos con tristeza nuestras celebraciones populares hasta que sea seguro retomarlas, seamos severos para que aerolíneas mantengan la distancia durante el viaje, exijamos de forma obligatoria y para todos por igual (residentes o no residentes) un PCR negativo antes de volver a cualquiera de nuestras hermosas islas… que cuidado, si eres residente y has estado fuera menos de 72 horas, no debes presentar PCR ¡venga, en tres días es imposible que te contagies!
Esperamos que estas preguntas tengan respuestas y queremos tener la firme creencia que la sensatez llegará para dar un poco de normalidad a secas, como dijo el presidente Sanchez y se tome en cuenta el papel tan importante que juega la restauración en algo llamado ‘economía’.
Sin Comentarios