El coronavirus “enseña” que hay que reducir la dependencia de la oferta alimentaria de países como China, según Cepesca.
El secretario general Javier Garat analiza los retos tras la covid19, en una entrevista con Efeagro con motivo del Día de la Gente del Mar.
Efeagro
Las empresas pesqueras piden apoyo
La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha defendido una mayor protección de los productos españoles, por parte de administraciones y cadenas de supermercados, tras la pandemia, y una reducción de la dependencia de las importaciones de países como China, para garantizar el suministro de pescado a los ciudadanos.
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, asegura, en una entrevista con Efeagro, que una de las lecciones de la crisis del coronavirus es la necesidad de aumentar la “soberanía alimentaria” de la Unión Europea (UE), porque “no se puede depender tanto” de países como los asiáticos, especialmente en los productos del mar, en los que España es deficitario.
El responsable de la patronal de armadores analiza las consecuencias de la pandemia y los retos del sector, coincidiendo con el Día de la Gente del Mar, que se conmemora este jueves, promovido por la Organización Marítima Internacional (OMI).
Héroes ocultos
Garat, que también préside la patronal europea Europêche, subraya que los pescadores han sido los “héroes ocultos” de la pandemia, pero no han sido tan reconocidos como otros colectivos, entre los que cita las fuerzas de seguridad o los supermercados.
Entre las lecciones, insiste en fomentar la “soberanía alimentaria”, lo que significa respaldar el mercado doméstico contra alimentos que se venden más baratos porque se han obtenido por debajo de los costes de producción.
En concreto, menciona a China, primera potencia mundial pesquera, y a otros países asiáticos que cumplen “estándares inferiores” a los europeos y prácticas “lamentables”.
En ese sentido, se ha referido a la investigación que ha abierto Indonesia, tras el fallecimiento de marineros de su nacionalidad, que según denuncias de otros tripulantes habían sufrido abusos laborales en barcos chinos.
“La UE debe ser más coherente en sus políticas medioambientales, de cooperación al desarrollo y comerciales” en relación a las importaciones, según Garat.
Asimismo, reclama que la Comisión Europea (CE) dé más facilidades a los empresarios pesqueros, en vez de “trabas” y frente a “políticas de escaparate”. Alude así a las recientes estrategias “De la Granja a la Mesa” y sobre biodiversidad, que incrementan los requisitos ambientales.
Ventas tras el estado de alarma
Durante el estado de alarma, Cepesca ha cifrado en el 30 % las pérdidas de facturación del sector.
Con la reapertura de la hostelería y del turismo, Cepesca constata una “pequeña recuperación de la demanda”, pero menos de la necesaria para volver a la normalidad.
Las dificultades en la venta se notan sobre todo en el marisco pues “hay muchas toneladas almacenadas”, esperando a que se recuperen la venta y los precios, lo que, augura, tardará meses.
Opinión sobre el Gobierno
Cepesca, que pertenece a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ha pedido al Gobierno recientemente que “aparque la ideología, la improvisación y la propaganda y actúe con humildad” para salir de la “hecatombe económico y social que se nos viene encima”.
Respecto a la actuación del Ejecutivo durante el estado de alarma, matiza porque considera que la interlocución ha sido buena con los ministerios de Exteriores, de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) o el Instituto Social de la Marina.
Pero critica la atención “nula” a las empresas pesqueras por parte del Ministerio de Sanidad, en relación a las demandas de equipos de protección individual (EPI) y del Ministerio de Trabajo.
Otra lección para el futuro y para un hipotético rebrote es la equipación del sector pesquero con EPI, mascarillas o test, ya que en las primeras semanas del estado de alarma escasearon en la flota y en las lonjas.
También demanda que “se preste atención” a los tripulantes de barcos de aguas lejanas y a los relevos, para que no tengan que pasar un exceso de meses a bordo, como ha ocurrido durante la presente crisis.
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