En una situación tan excepcional e inédita como la que estamos viviendo con el COVID19, con una crisis sanitaria aún por resolver y una situación económica que España y el mundo no habían vivido desde hace décadas, se hace necesario diseñar un plan de medidas sociales y económicas encaminadas a la recuperación.
Si bien anteriormente el entorno social y económico ya era muy cambiante, la irrupción de este tsunami, ha provocado un cambio total de paradigma, en el que tendremos que modificar muchos de nuestros hábitos para sobrevivir en todos los aspectos.
El turismo es uno de los sectores que mayor contribución prestaba al PIB de España, con un 12% de la economía y un 13% del empleo. Ante la imposibilidad de viajar o recibir turistas internacionales, la industria turística se ha desplomado completamente.
En 2019, España recibió 83,7 millones de turistas con un ingreso total de 92.278 millones de euros y una media de 7,2 días de estancia por turistas. Cifras que hoy día se atisban imposibles para los próximos meses, y muy posiblemente, años.
¿Cómo podemos revertir esta situación?
En este escenario de incertidumbre, en el que nuestra movilidad y consumo se verán muy limitados, y no podremos contar con el efecto multiplicador del turismo, o el efecto cascada que ello suponía, uno de los grandes sectores a tener en cuenta es el del enoturismo.
El miedo y la desconfianza a los grandes desplazamientos, y a los lugares con mucha afluencia de viajeros, junto a la necesidad de libertad y de descargar nuestra mente de preocupaciones, va a propiciar el incremento de viajes cortos a espacios al aire libre. Es aquí donde entran en escena el sector vitivinícola y el enoturismo.
De acuerdo con los datos del DIRCE (Directorio Central de Empresas del INE), a finales de 2018, España contaba con 4.373 bodegas distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional, de las cuales 3.075 eran exportadoras. Las ventas totales de vinos y mosto en España supusieron un valor total de 5.402,71 millones de euros según cifras aportadas por la Encuesta Industrial Anual de Productos del INE.
¿Cómo aprovechar y maximizar estos datos a nuestro favor?
Fomentando el enoturismo, que propone vivir experiencias únicas y auténticas a través del proceso de elaboración del vino en estas bodegas, junto a otros valores como el patrimonio arquitectónico, la historia y la tradición en un entorno de naturaleza y al aire libre.
Según la opinión de Antonio Rodriguez Ruibal, profesor del área de comunicación, turismo y TICS de UDIMA, Universidad a Distancia de Madrid, esta situación podría provocar un cambio en las tradicionales 5S del turismo, antes del COVID19, caracterizado por el sol y playa o la permisividad de fiesta para extranjeros (“sand”, “sea”, “sun”, “sex” y “smoke”), hacia una actividad más sostenible y saludable con nuevos conceptos como ciencia, sostenibilidad, solidaridad, seguridad y formación (“science”, “sustainibility”, “solidarity”, “safety” y “school”).
Basándonos en todo lo expuesto, y tomando en cuenta las opiniones de varios expertos de la industria turística, existen una serie de premisas clave para la recuperación del sector. Las más importantes son que se impulsará y promocionará el turismo local, doméstico y de proximidad, se reducirá la capacidad económica de la población y la seguridad y la higiene serán de obligado cumplimiento para las empresas e instituciones.
El sector de las nuevas tecnologías y cómo nos comuniquemos con nuestro público o clientes, será clave para la subsistencia de los negocios. En este caso, de las bodegas.
Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, una compañía innovadora en el sector vitivinícola ha presentado diferentes productos entre sus clientes.
Por una parte, la aplicación Enoguía, propiedad de Enoticket, puede ser utilizada desde el smartphone del enoturista para visitar la bodega con narraciones, textos, fotos, videos, etc. en su propio dispositivo y sin necesidad de tener que ir con un grupo de personas o con el guía de la bodega.
Tanto la visita individual con Enoguía, como la posibilidad de visita guíada de 6 u 8 personas como máximo y con las correspondientes medidas de seguridad, se pueden comprar online y con antelación en la web de www.enoticket.com, mediante pago con tarjeta para evitar posibles contagios a causa de la manipulación de dinero.
Por otro lado, la web www.cursocatadelvino.com, del mismo grupo empresarial, ofrece formación online y presencial a bodegueros en el ámbito del enoturismo, la comunicación y el marketing, para llegar mejor a sus clientes y aumentar sus ventas.
En definitiva, y hoy más que nunca, es necesario que los profesionales y las empresas sepan cómo adaptarse a este nuevo e inestable panorama, donde el sector del enoturismo y el vino ofrecen un horizonte de esperanza.
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