La falta de aceite de girasol por la guerra en Ucrania, país del que España importa más del 60 % de este producto, ha puesto el foco en el aceite de oliva como sustituto, lo que ha aumentado sus precios en origen y lleva ya a algunos expertos a advertir de su desabastecimiento si el conflicto bélico perdura.
El aceite de girasol está comenzando a dar visos de escases en los mercados, debido ya que España importa más del 60% a Ucrania.
Esto ha causado que la demanda por parte del consumidor del aceite oliva aumente con amenazas de causar desabastecimiento.
Esta semana las grandes cadenas de supermercados comenzaron a vender con racionamiento el aceite de girasol. Las compras nerviosas dan paso entre los consumidores que prevén desabastecimientos del mismo.
El aceite de girasol es altamente demandado por la restauración, de hecho, son quienes hacen grandes compras del producto al mayor.
España, es el primer productor de aceite de oliva a nivel mundial con un 45% del total de la producción. Es posible que sea este, el aceite de oliva, quien pueda paliar la escasez del aceite de girasol.
Actualmente España consume de manera interna, solo un tercio de aceite de oliva de su producción, el resto se exporta. La cantidad usual que se coloca en el mercado a la venta es de unas 190.000 toneladas.
De mantenerse la escasez del aceite de girasol, provocará una mayor demanda del aceite de oliva, hablamos de unas 90.000 toneladas. Si, la campaña próxima, la cual se prevé que será mala por la sequía, se pueden producir tensiones de precio y desabastecimiento del aceite de oliva.
Hablan los expertos
«Es que no hay», asegura Juan Vilar, consultor y experto del sector
«el stock de seguridad de la oferta sobre la demanda es de 190.000 toneladas nominales. Si se detraen unas 90.000 es muy probable que los mercados se vean desabastecidos de aceite de oliva. Simplemente, con que haya un incremento adicional por algún otro factor de consumo, va a haber un desabastecimiento».
El aumento de precios en origen que ha experimentado el aceite de oliva, se ha colocado por encima de los 3.400 euros por tonelada en el virgen extra, casi 3.400 en el virgen y más de 3.200 en el lampante.
Vilar ha indicado “la guerra en Ucrania ha acentuado un problema que ya estaba presente debido a las malas previsiones de producción para la próxima campaña”.
A estos dos factores hay que sumarle la subida de los costes de producción provocados por las alzas en la energía y las materias primas.
El director general de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández ante la falta de aceite de girasol, dice:
«La industria tiene que adaptarse» y si España es el primer productor de aceite de oliva y también de orujo «tiene que aprovecharlo».
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