El sábado 20 de abril, decenas de miles de personas en las Islas Canarias, en España, se manifestaron contra un modelo de turismo de masas que, según ellos, está abrumando al archipiélago atlántico.
Las protestas, calificadas por la prensa española como históricas, se produjeron en las ocho islas que conforman la región. Los manifestantes quieren limitar el número de turistas y frenar lo que describen como un desarrollo turístico incontrolado que es perjudicial para el medio ambiente y los residentes.
Los manifestantes denuncian que ese modelo de turismo masivo que ha llevado al aumento de los alquileres de corta duración y la construcción de hoteles que disparan el costo de la vivienda para los residentes. En 2023, 13,9 millones de turistas visitaron las islas principales, lo que es aproximadamente seis veces más que la población de las islas de 2,2 millones, según cifras oficiales.
Un modelo que debe cambiar…el turismo masivo
La industria del turismo también representa el 40% de los empleos del archipiélago. Los mayores mercados de las islas son los visitantes procedentes de Reino Unido y Alemania, aunque también son un destino popular entre los españoles peninsulares. Los turistas se sienten atraídos por las playas de Canarias y el sol presente durante el año.
En Santa Cruz de Tenerife, la capital de la isla más grande, Tenerife, los manifestantes sostenían carteles que decían «¡Turista, respeta mi tierra!» y «Canarias tiene un límite». En otras pancartas se podía leer: «Esto no es sequía, esto es saqueo», «El turismo me sube el alquiler».
«El mayor problema es que el modelo de turismo masivo ha sido intransigente en la isla… [durante] décadas, y simplemente la está destruyendo y también la vida de los residentes aquí», le dijo a la BBC una de las manifestantes, Lydia Morales. «Sentimos que nos están dejando de lado, que no se tienen en cuenta nuestras prioridades», afirmó y añadió que los políticos están «más centrados» en la construcción de complejos turísticos y hoteles.
Además de las protestas, activistas en Tenerife iniciaron una huelga de hambre en protesta por lo que consideran un crecimiento destructivo del turismo masivo en las islas Canarias. Los manifestantes exigen que se detenga la construcción de un hotel y un complejo turístico de playa en el sur de la isla. También quieren una moratoria sobre todos los proyectos de desarrollo turístico.
La semana pasada, la plataforma ‘Canarias se agota’ anunció una huelga de hambre indefinida en protesta por las obras del complejo turístico de Cuna del Alma y el hotel de La Tejita en Tenerife. Los activistas exigen la detención definitiva de las obras y advierten de las consecuencias de la huelga de hambre.
Los manifestantes dicen que quieren un modelo sostenible que tenga en cuenta los impactos ambientales, así como la escasez de agua en un clima cada vez más cálido, y que ejerza menos presión sobre los costos de vida y la vivienda.
En 2023, el 34% de los canarios estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, la segunda cifra más alta de España después de Andalucía, según el Instituto Nacional de Estadística del país europeo (INE).
Esa gran protesta no busca otra cosa que la viabilidad de un modelo turístico que, creciendo bajo un control lógico, traiga bienestar tanto a las islas y sus habitat como a sus habitantes, es importante destacar la necesidad de un modelo sostenible y respetuoso con el medio ambiente y los residentes locales.
La industria del turismo debe considerar los impactos ambientales y sociales de su crecimiento y trabajar en colaboración con las comunidades locales para garantizar un futuro sostenible y próspero para todos, en pocas palabras deben aprender a oír a la gente para que se pueda caminar hacia un mismo destino…progreso
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