Desde el momento en que la gastronomía subió a la palestra y se convirtió en parte de nuestras vidas (de una manera bastante intensa), con el acento además de una pandemia que nos encerró y nos convirtió en cocineros a diestra y siniestra.
Esto creó un nuevo nivel de comensales con un conocimiento nuevo adquirido a través de redes sociales y la práctica casera, aprendiendo todo lo concerniente a la gastronomía.
También fue una temporada de delivery y de maridar todo en casa con buenos vinos.
Razón demás para saber que sí algo debemos tener claro, es reconocer y diferenciar cuándo estás en un muy buen restaurante con un cocinero brutal, con platos de mucho nivel y que complace un mundo de paladares en su entorno y cuando estás en un restaurante de Alta Gastronomía.
Son dos mundos que colindan con una línea bastante delgada, lo mismo que el crítico gastronómico y los Foodies.
Está claro que el crítico se ha dedicado a conocer la gastronomía desde sus raíces y orígenes.
Su instinto le dice donde va a conseguir nuevas apuestas culinarias, descubrir nuevos talentos y quiere saber, conocer y paladear lo mejor de cada uno de los productos utilizados por el chef.
El foodie va a comer a los restaurantes y da su opinión de “comensal experimentado” y a muchos nos dan muy buenas recomendaciones e ideas de adonde es más aconsejable acudir a una cita culnaria.
Esto en un abanico de propuestas que cada día se hace, sino mayor, muy cambiante.
En fin, todos somos parte de una “Gastro Jungla” y formamos parte de una “cadena informativa”.
La búsqueda del conocimiento, la creatividad devota, el trabajo en equipo de manera implacable y sorprender a nuestros huéspedes son esenciales para lo que somos.
Restaurant Noma – Dinamarca
Pero volvamos a la buena cocina y la alta gastronomía, es importante tener claro estos puntos a la hora de decidir ir a un restaurante “elitesco” donde la expectativa debe ser mucho más alta que lo normal.
Pelos y señales de la Alta Gastronomía
Hay algunas señales que pueden indicar si como comensal estás en un restaurante de alta cocina o en un buen restaurante, aunque no siempre son definitivas y pueden variar según la región, la cultura y las tendencias culinarias.
- La presentación de los platos es muy cuidadosa y detallada, con decoraciones y arreglos muy elaborados.
- Los ingredientes utilizados en los platos son de alta calidad y, a menudo, inusuales o exóticos.
- Los platos suelen ser muy creativos e innovadores, y pueden incluir técnicas de cocina avanzadas.
- El menú puede estar compuesto por una serie de pequeños platos o degustaciones, en lugar de platos principales tradicionales.
- La carta de vinos es extensa y ofrece vinos de alta calidad y rareza.
- El ambiente es elegante y sofisticado, con una decoración lujosa y un servicio impecable.
Siendo estudiante en la escuela de hotelería en La Rochelle, Mauro pasó sin saberlo, delante del que sería su futuro restaurante: el Mirazur.
Pocos años más tarde, después de trabajar con grandes chefs franceses: Bernard Loiseau, Alain Passard, Alain Ducasse y Guy.Chef Mauro Collagreco – Restaurant Mirazur Francia
Por otro lado, aquí les dejamos algunas señas que nos pueden indicar si estás en un buen restaurante:
- Los ingredientes utilizados en los platos son frescos y de alta calidad, pero no necesariamente exóticos o raros.
- El menú puede ser más tradicional, pero los platos son bien ejecutados y tienen un sabor excepcional.
- El servicio es amable y eficiente, aunque no necesariamente tan formal como en un restaurante de alta cocina.
- La carta de vinos puede ser más limitada, pero ofrece vinos de alta calidad que se maridan bien con los platos.
- El ambiente es agradable y cómodo, pero no necesariamente tan elegante o sofisticado como en un restaurante de alta cocina.
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