Los establecimientos hoteleros apuestan de forma decidida por la gastronomía de calidad, incorporando en sus instalaciones restaurantes dirigidos por reconocidos chefs, protagonistas de una cocina creativa e innovadora, como elementos destacados y diferenciales de su propuesta alojativa.
A lo largo de los años, un buen puñado de excelentes cocineros han encontrado abrigo en estos complejos turísticos, ya sea para impulsar sus proyectos o como fórmula de supervivencia después de haberse truncado sus apuestas personales. Y si bien la tendencia no es nueva, lo cierto es que se encuentra ahora en un evidente proceso de evolución y así lo pone de manifiesto la proliferación de restaurantes empotrados en hoteles.
Esta progresión entronca con el constante desarrollo del binomio turismo-gastronomía, una asociación que en un territorio como Canarias adquiere una especial relevancia. El reclamo turístico del Archipiélago siempre se ha sostenido en factores como un buen clima a lo largo del año, además de impresionantes playas y paisajes.
Sin embargo, los modelos han ido cambiando y el mercado ha ampliado sus horizontes añadiendo otros perfiles como el turismo deportivo y en los últimos años también el gastronómico.
Aunque es evidente que, si bien la elección de un lugar para disfrutar de unas vacaciones no está motivada prioritariamente por la propuesta gastronómica del destino, siempre se establece el inevitable contacto, ya sea degustando un menú, visitando un mercado, asistiendo a un evento o comprando productos locales.
Con todo, el viajero comidista representa un segmento de gran valor y cada vez más destacado. No en vano, los estudios revelan que gastan un 30% más en restaurantes y otras experiencias gastronómicas frente a los turistas de carácter generalista. Además, viajan con mayor frecuencia y lo hacen en distintos momentos del año, contribuyendo de esta forma a romper las pautas de la tradicional estacionalidad y aumentando así los tiempos de actividad del sector.
Hay un turista al que ya no le basta sólo con disfrutar del sol y las playas de Canarias, sino que también necesita comérsela.
Un paradigma de la fortaleza de esta alianza entre turismo y gastronomía la representa sin duda el grupo hotelero Barceló, que por tercer año consecutivo revalida la condición de ser la cadena española que acoge en sus instalaciones más restaurantes con estrellas Michelin.
De hecho, tras la reciente gala de la guía roja celebrada en Murcia, los establecimientos de la marca Royal Hideaway Hotels & Resorts acumulan ya nueve estrellas a nivel nacional, siete de ellas repartidas entre Tenerife y Gran Canaria más las de Canfranc Express, en el Pirineo aragonés. Restaurante dirigido por el chef Eduardo Salanova, y La Finca, en Granada, a cargo del chef Fernando Arjona.
Cuatro en un mismo hotel
Tenerife tiene el privilegio de contar con un hotel como el Royal Hideaway Corales Resort, establecimiento ubicado en Costa Adeje y flamante ganador del Best Dining Experience en la última edición de los premios internacionales Condé Nast Johansens a la Excelencia 2025, galardones que reconocen, recompensan y celebran la excelencia hotelera a nivel mundial.
Este complejo destaca por su decidida propuesta gastronómica repartida en cinco restaurantes –El Rincón de Juan Carlos, San Hô, Il Bocconcino by Royal Hideaway, Starfish Atlantic Grill y La Trattoria de Il Bocconcino– que representa un caso único al concentrar nada menos que 4 estrellas Michelin y 5 Soles Repsol. El último de los brillos lo consiguió el restaurante Il Bocconcino, liderado por el chef Niki Pavanelli, que invita a descubrir la alta gastronomía italiana combinada con la riqueza de los productos y sabores canarios.
Se suma así a las dos estrellas que lucen en su local los hermanos Padrón y a la que hace un año logró el chef Adrian Bosch con su propuesta de fusión nikkei en San Hô.
Las otras tres estrellas que atesora el Grupo Barceló en el Archipiélago también comparten ubicación, en este caso el hotel Santa Catalina Royal Hideaway de Las Palmas de Gran Canaria, donde se hospedan Poemas by Hermanos Padrón, asesorado por los tinerfeños y con el chef Aruquense Adrián García al frente, y los dos brillos (uno de ellos Estrella Verde) que abandera Muxgo, la singular propuesta de Borja Marrero.
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