El Chef del mar, Ángel León, tiene en su restaurante un ejemplo de la obtención de alimentos a través de la agricultura marina y, además, la creación de excelentes en platos.
El chef Ángel León ha dado junto a su equipo, una clase magistral para hacer un repaso de recetas y proyectos innovadores.
Este conocido cocinero, plantea, y él lo ha conseguido, aprovechar el potencial de las marismas como huerta y despensa de proteínas.
Algunos ejemplos claros son, arroces con plancton, la zostera como cereal del mar, y ¿por qué no? Verduras regadas con agua salada.
De Aponiente, su restaurante dice, que es como “surreal” como un centro de búsqueda de ideas para ampliar la oferta de alimentos. Hay proteínas suficientes, solo hay que cambiar la mente.
Este cocinero e investigador, ostenta tres Estrellas Michelin y está en la lista de los 100 Mejores restaurantes del mundo, 50 Best Restaurants.
El chef León, está impulsando la plantación de verduras en “Navazos” o como también se le conoce, “Cultivo desterrado” esto, en Sanlúcar de Barrameda (Cadiz).
Comenta: “Se debe aprovechar la salinidad de la desembocadura del Guadalquivir”.
Restaurante Aponiente
El restaurante Aponiente, ha regenerado una zona abandonada en las inmediaciones al Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Esta zona cuenta con esteros adecuados para la cría de pescados, el ecosistema es como un spa para los peces, dice el mismo Ángel León.
En otro orden de ideas, el cocinero lleva un positivo mensaje de conservacionismo en su clase magistral. “El plancton produce el 80 % del oxígeno que respiramos” y la marisma es el segundo hábitat con más potencial para el secuestro de carbono” así de claro son las palabras del cocinero andaluz.
El chef Ángel León cuenta con colaboradores como el Instituto de Investigación Marina (Inmar) y la fundación acuícola Ctaqua. Rafael Monge, uno de los proveedores, cultiva hortalizas y plantas en navazo, un sistema ancestral que aprovecha el agua salada para el riego y que también se encuentra en Huelva, el sur de Portugal o en Túnez.
El futuro del planeta depende de hombres como este cocinero, Ángel León, quien ha visto en la cocina, no solo la profundidad del mar, sino las infinitas posibilidades de alimentación.
Fotos: Aponiente
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