Por: Manuela Mancino Roma – Italia
En el corazón de la Costa Amalfitana, Villa Di Nola es una perla donde pasar unas vacaciones relajantes y emocionantes, disfrutando de una impresionante puesta de sol o simplemente redescubriendo el conocido «modo de vida de Cositiera».
PUENTES GASTRONÓMICOS ‘ITALIA’
Situada sobre la bahía de Sorrento, la Villa Di Nola es el lugar donde realmente se puede tener una vista de 360 grados, gracias a su posición única en la ladera: el mar azul está abajo, la costa rocosa está delante de ti, el volcán Vesubio domina el panorama, mientras que las islas y la ciudad de Nápoles están entre el mar y el cielo.
300 metros cuadrados divididos en 6 habitaciones dobles (cada una de ellas con baño y aire acondicionado), una cómoda cocina con sala de estar y espacios abiertos, todo ello rodeado de hermosas terrazas y un jardín de unos 1000 metros cuadrados… ¡¡¡Es imposible resistirse al encanto de todo esto!!!
Lo que es realmente poco común es la ópera de renovación hecha por Massimo Di Nola, uno de los propietarios, un hábil arquitecto y diseñador que había pensado y realizado todos los muebles que son piezas únicas de pequeños artesanos locales. La villa es una especie de cofre del tesoro, donde se encuentra el alma de los propietarios, la historia de una familia, el ambiente de la vida de Costiera… Para los amantes de los baños de sol, hay un salón con piscina y un solarium en la azotea, mientras que los que gustan de la naturaleza pueden disfrutar del jardín.
Dirigida por Massimo y su hermana María Rosaria, la Villa es un ejemplo típico de hospitalidad de lujo, donde la gente puede simplemente sentir el alma de la magia única de esta fascinante Costa. Y al atardecer, mirar el juego de luces de la ciudad de Sorrento y del Golfo es una experiencia para tener una vez en la vida.
Villa Di Nola es sin duda el lugar ideal para pasar sus vacaciones no lejos del centro de Sorrento y de las playas, abrazando la naturaleza, sintiéndose en contacto con la naturaleza. Es imposible encontrar algo como Villa Di Nola.
¡Ver es creer!
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