Más allá de aumentar la velocidad de conexión a internet, la tecnología 5G puede desvelar información de hasta el último palmo de tierra de un campo o acabar con uno de los “dolores de cabeza” de los agricultores: hallar personal capacitado para podar los árboles en una de esas operaciones “en la que te juegas la cosecha”.
Efeagro
Este fue el punto de partida del proyecto piloto 5G Rural, el precursor del Área 5G de Terres de Ponent, que consistió en una poda que incorporaba esta tecnología, de forma que un operario en el campo compartía mediante un visor la imagen in situ del árbol, y un técnico desde la oficina le indicaba por dónde cortar las ramas.
Proyecto Áreas5G
El Área 5G de Lleida forma parte del proyecto Áreas 5G, que impulsan conjuntamente el Departamento de Políticas Digitales de la Generalitat junto con Mobile World Capital Barcelona y la fundación i2CAT y del que se han desplegado ya cuatro áreas territoriales.
En el caso de Lleida se centra en la industria agroalimentaria, en la ganadería, en la gestión del agua y en el ámbito comercial y logístico.
“Si quieres que un operario te pode correctamente un árbol le tienes que explicar la estrategia que tienes que seguir, qué tipo de ramas puedes encontrar, cómo quieres tener esta disposición, los puntos de corte que quieres buscar…”, explica a Efeagro Víctor Falguera, Research Manager de AKIS International y miembro del Área 5G de Lleida.
Falguera añade que encontrar personal que tenga conocimientos de poda es complicado: “Primero tienes que perder un tiempo en formarle, luego el personal te va rotando, deja de venir, tienes que coger a otros o no te funcionan lo suficientemente bien y los quieres cambiar…”
Con la tecnología 5G, este proceso se simplifica hasta el punto que el operario sólo tiene que seguir las instrucciones que le da un técnico, que verá en tiempo real todo el proceso desde la oficina.
Retraso cero
Y es ahí donde un retraso prácticamente de cero, una de las principales características del 5G, cobra toda su utilidad: “O tienes tiempo real o el sistema no funciona”, asegura.
Este visor que sirvió como prueba piloto, explica Falguera, “no está tan enfocado a ser una solución para explotar comercialmente”, sino que debe servir como ejemplo para demostrar que “con 5G en la agricultura también se pueden hacer cosas”.
El caso de la poda es una de las múltiples aplicaciones que puede tener la tecnología 5G en el ámbito agroalimentario; pero no la única. Otras pueden ser la recogida masiva de datos de los campos mediante sensores o arreglar maquinaria agrícola con asistencia remota de un mecánico.
El director del Programa 5G de Mobile World Capital Barcelona, Eduard Martín, considera que una de las ventajas del 5G es que permite “deslocalizar” la tecnología y hacerla llegar a diferentes zonas que tengan sus necesidades específicas.
“En el mundo 5G siempre estamos buscando el caso de uso que haga ver que la tecnología 5G puede ser una herramienta que permita mejorar el problema que tenemos”, añade Martín.
Falguera considera que las soluciones para el sector agroalimentario que posibilite el 5G no deben quedarse en Lleida, sino que deben servir para generar “modelos de negocio completamente nuevos que se puedan exportar al resto del mundo”.
Modelos de negocio exportables al mundo
A esta visión se suma el director general de Innovación y Economía Digital de la Generalitat, Daniel Marco, quien explica que uno de los objetivos de estas áreas 5G es promover una “transformación” compartida de la economía tomando como base los sectores predominantes de los territorios.
“Una de las cosas que hemos mirado ha sido identificar cuáles son aquellas fortalezas o ámbitos diferenciales de cada territorio para que, incidiendo sobre la tecnología sobre estos entornos, podamos desarrollar nuevo tejido empresarial”, resume.
A modo de ejemplo, Marco explica que, en el caso de Lleida, al trabajar sobre el ámbito agroalimentario, “las empresas agrotech tienen que salir de allí, porque son las que tienen el conocimiento cerca”.
“Si tocamos un área temática en una zona concreta, que todo esto sea repetible, multiplicable o pueda impactar en otras áreas. Cada área tiene que aportar una cosa diferenciable pero que a la vez sea reaprovechable para las otras”, subraya, por su parte, el director de Tecnología e Innovación de la fundación i2CAT, Sergi Figuerola.
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